Secuestros silenciosos

El sábado 28 de agosto, a las 07:00 a. m. me escribe mi hija avisándome que se iba para la universidad, porque ella ya está cerrando su pensum en Administración de Empresas, ella salió temprano de la casa. A las 11:00 p.m. me estaba avisando que como a eso de las 12:00 p. m. estaría de regreso en casa.

Estando ella de regreso dieron las 12:15 p.m. mientras ella se parqueaba, se percató que un taxi se puso a la par de su carro, lo primero que ella pensó es que iban a dejar o a traer a alguien, pero lo que ella no se imaginaba es lo que le sucedería después.

A las 12:20 p.m. ella se bajó del carro y de repente se bajaron dos hombres del taxi, ella cerró la puerta del carro, guardó su celular y únicamente dio dos pasos, cuando uno de los hombres la tomó por el brazo y le puso un arma de fuego a un costado de su abdomen y le dijo que no se moviera, ni que dijera una sola palabra.

Metieron a mi hija al taxi, le taparon la boca, le vendaron los ojos y la amarraron para que no tratase de avisarle a los policías de la garita de la entrada.

Foto: Pexels (Imagen con fin ilustrativo).

A las 12:45 le escribí y no respondía, a la 01:00 p. m. le escribí para saber cómo iba, pero pasaron 5 minutos, luego 10 y luego 15 y ella no respondía, me dije bueno ella viene manejando por eso no contesta, dieron las 01:30 p. m. y no había señales de ella, le hice como 5 llamadas y no respondía, me preocupe, salí a la puerta de la casa, cuando de repente me llevé la sorpresa de que el carro de mi hija estaba parqueado frente a las casa.

Inmediatamente llamé a la garita para ver si ella no había salido de casualidad con alguien más, pero me dijeron que un taxi había entrado y mencionaron que venían a entregarle algo a su hija, así que los dejamos entrar y luego de un lapso de 15 minutos salieron, pero en ningún momento vimos a su hija salir.

A las 02:00 p.m. pedí que revisarán las cámaras de seguridad de la entrada y por los alrededores mi casa y efectivamente en la grabación se ve que un taxi con dos personas entran a la colonia, no se ven nada sospechosos, luego se ve exactamente a los lejos cuándo a mi hija la están metiendo en el taxi; así que el taxi sale de la garita tomando rumbo desconocido.

Dentro del taxi mi hija sólo oía que los dos hombres hablan sobre cuánto dinero iban a pedir y como se lo repartirían.

A las 02:30 p. m. los hombres se detuvieron en una gasolinera para echarle gasolina al taxi y comprar algunas cosas como bebida alcohólicas, cigarros, cuando los dos hombres se bajaron, dejaron la radio encendida y mi hija escucho la hora debido a que ellos iban escuchando música.

A las 02:50 p. m. se detuvieron y mi hija sólo oyó que dijeron metámonos a este cementerio y esperemos aquí mientras nos organizamos bien, entrando al cementerio el celador del lugar les preguntó a que iban y sólo les dijeron que iban a dejarle flores a uno de sus familiares que hace 3 meses había fallecido, se bajaron del taxi y caminaron simulando buscar la tumba de su familiar.

Foto: Pexels (Imagen con fin ilustrativo).

Siendo las 03:10 p.m. se alejaron un poco los secuestradores y a como pudo mi hija logró desatarse las manos, sacó su celular, me llamó y me contó lo sucedido, le dije que activara su GPS para que la ubicara rápidamente, se desató los pies y viendo que no estaban los dos hombres salió del taxi y empezó a correr y se topó con el celador del cementerio, le contó lo sucedió y el celador la escondió. Mientras los secuestradores regresaban al taxi se percataron que la puerta estaba abierta, así que se subieron al taxi y se fueron del lugar.

Como a eso de las 03:45 p. m. logré ubicar el cementerio, el cual estaba en San Pedro Sacatepéquez y así pude volver a tener a mi hija en mis brazos, le di las gracias al celador y le di una pequeña cantidad de dinero por ayudar a mi hija.

Luego mire hacia el cielo, y le agradecí mucho a Dios y a la Virgen por a ver resguardado la vida de mi hija.