Depresión, más allá de un estado de ánimo, un asesino silencioso.
- Angel Velásquez
- 14 oct 2022
- 5 Min. de lectura
La depresión es una enfermedad mental, cada vez más frecuente en las sociedades desarrolladas, que afecta a personas de todas las edades.
Por: Angel Velásquez, Guatemala 14 de octubre de 2022.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es una enfermedad mental, frecuente en todo el mundo, que se caracteriza, principalmente, por un bajo estado de ánimo y un profundo sentimiento de tristeza, asociado a alteraciones en el comportamiento, actividades y del pensamiento. Se calcula que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo. La depresión es la principal causa mundial de discapacidad, llevando, en el peor de los casos, al suicido.
Marcelo Colussi, nacido en Argentina, es un psicólogo, filósofo y psicoanalista que vive en Guatemala desde hace varios años. Actualmente trabaja como catedrático e investigador social, escribiendo también para medios de comunicación alternativos y en el campo literario. A continuación, la entrevista realizada a Marcelo en torno al tema de la depresión y los prejuicios que existen entorno a ella.
1. Con sus palabras, defina: ¿Qué es la depresión?
Es un estado psico-patológico, o sea es una enfermedad que tiene que ver con la forma en que psicológicamente una persona se relaciona con otros y con el mundo en general. Es un estado caracterizado por el decaimiento, apatía, desgano para trabajar, para estudiar, para mantener relaciones interpersonales, para hacer cosas en el mundo. Puede tener diversos grados, más leve o más profundo, llegando en un caso extremo a lo que llamaos depresión profunda o melancolía que es un estado ya significativa y peligrosamente patológico que puede terminar con el suicidio. Es un tratamiento que generalmente lo aborda la psiquiatría, tratando a estas personas con medicamento. Aunque se debería abordar con tratamientos psicoterapéuticos y psicoanalíticos.
2. Bajo su experiencia, ¿Cuál considera es el sector más vulnerable a padecer de depresión?
Lo que llamamos como enfermedades mentales o formaciones psico-patológicas son distintas a otro tipo de dolencias o patologías más ligadas a lo orgánico en donde, acorde al sector que nos referimos, puede haber más o menos incidencia, por ejemplo, en niños o adultos, varones o mujeres, gente de escasos o altos recursos. En el tema de enfermedades mentales, tales como los síntomas obsesivos, histéricos, la psicosis, un delirante, depresión, angustia, las inhibiciones, síntomas psicosomáticos, la impotencia de un varón, la frigidez de una mujer, cefalea, tartamudez, timidez, todas estas cosas no tienen una incidencia según el sector social. La depresión es algo que atraviesa la sociedad, por ejemplo, esta pandemia de Covid ha disparado masivamente muchos casos de depresión. No se puede decir que haya una mayor incidencia por el sector social o por el acceso o no a educación, aunque haya una tendencia cultual a considerar que la depresión es una cosa más de las mujeres que de los hombres, no hay una distribución según etnia o género. La depresión está presente en toda la humanidad y no siempre se manifiesta de forma estrepitosa, todos n algún momento podemos pasar momentos depresivos sin necesidad de una consulta profesional. No considero exista una prevalencia por grupo etario, género o posición económica.
3. ¿Podría hablarnos acerca de los estigmas alrededor de la depresión?
El tema de salud mental lamentablemente sigue estando muy marcado por prejuicios. Ir al psicólogo o psiquiatra es para los locos, desde el psicoanálisis debemos combatir fuertemente estos prejuicios. El loco, el delirante, el raro, el depresivo, siempre dicen que lo hacen para llamar la atención, estos prejuicios fuertemente arraigados son los más comunes. No es así, no son procedimientos hechos conscientemente. Además, hay mucho prejuicio machista, tal como decir que las mujeres lo hacen para llamar la atención de los demás. Un narcisista o un súper tímido, un tartamudo, no son productos de una forma voluntaria de ser, es la expresión de una historia que nos construye y repetimos constantemente. Somos lo que somos producto de esa historia, este es el gran avance del psicoanálisis, demostrar que no somos dueños de nuestra personalidad o forma de ser. Los prejuicios los encontramos en todos lados, para ser sancarlista hay que tomar los viernes e irnos de parranda, ser sancarlista es sinónimo de borracho, otro más. Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio. Cuando hablamos de conductas psicológicas, de ninguna manera podemos decir que son cosas hechas consiente y racionalmente, es un prejuicio que hay que clarificar. La conducta humana no es tanto una cuestión de voluntad, más bien tenemos un muy escaso margen de libre albedrío. Este es el prejuicio de toda nuestra tradición occidental, aristotélico y Otomista de que somos dueños de nuestra razón y voluntad, que decidimos nuestra vida. Freud tiene una pequeña frase monumental que destruye ese prejuicio: “no somos dueños de nuestra propia casa”. Lo que somos no es una decisión personal, es producto de una historia subjetiva. Por ejemplo, lo más propio que tenemos, el estandarte con el que nos presentamos ante el mundo toda la vida, nuestro nombre propio, es lo menos propio que tenemos porque nos lo pusieron otros, poniéndonos en función del deseo de ellos. Justo contra estos prejuicios viene a trabajar el psicoanálisis y el materialismo histórico, no somos lo que somos porque lo decidimos.
4. Luego de leer su artículo de opinión Dioses para rato, ¿Considera que el factor espiritual puede ayudar a mejorar la salud mental de un paciente o solamente son placebos?
Claro que son placebos, pero realmente vivimos plagados de placebos y los necesitamos como bastones para caminar. No podemos tener una actitud científico-critica permanentemente. Todos estos bastones cumplen una función, las religiones lo han cumplido por milenios y seguirá siendo así porque necesitamos de estos “engaños”, el pensamiento mágico-animista, para funcionar. ¿Por qué la gente prefiere creer en Dioses, en la siguanaba y en los duendes? Bueno, porque esto calma la angustia y es una respuesta más fácil. Explicar el big bang y los agujeros negros es mucho más complicado. Las personas necesitamos seguir creyendo en elementos mágicos, aunque esto vaya perdiendo lugar en la civilización humana, dando lugar a un pensamiento más racional y crítico, la espiritualidad no va a desaparecer nunca. Esa necesidad de encontrar respuestas en humana y la tenemos desde que el mundo es mundo. Las religiones siguen teniendo un lugar importante en la sociedad, llegamos a Marte pero seguimos creyendo en la virgen María. Las personas continúan siendo supersticiosas y el pensamiento mágico-animista continua presente, dando respuestas simples a las preguntas de los hombres.
5. Concluyendo, ¿La depresión se cura o se alivia?
Se alivia, realmente y como te mencionaba anteriormente, somos producto de una historia, no de nuestra decisión y todos hemos padecido depresión en mayor o menor medida en algún momento de nuestra vida. La psicología, psiquiatría y el psicoanálisis buscan que estos episodios sean controlables y no prolongados, que no caigan en la melancolía o consecuencias fatales para el individuo. No podemos eliminar la depresión del cuerpo de una persona como si fuera cáncer o gripa, solamente aliviar y enseñar a sobrellevar esta psico-patología.

Marcelo Colussi, Ciudad de Guatemala. Imagen: Plaza Pública.

La depresión, enfermedad metal más común en Guatemala. Imagen: Soy502.
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